La Ilustración en Mendoza En Mendoza, como en otras partes de Américas, la
presencia de las ideas ilustradas es anterior a los movimientos de
independencia, por lo tanto se puede hablar de la existencia, en un
comienzo de una ilustración bajo la dominación hispánica. Fueron importantes los hitos que demuestran la
existencia de estas ideas en el campo de la cultura provincial. Basta
mencionar a los periódicos de la época, la fundación del Colegio de la
Santísima Trinidad y la implementación del método Lancasteriano. Participaron del movimiento ilustrado un grupo muy
heterogéneo de intelectuales, que expresaron su opinión, en las páginas de
los periódicos. La impresión de libros era un lujo inalcanzable y por otro
lado la comunicación a partir de las “hojas sabáticas” era más rápida y fluída. Como lo expresamos en la etapa anterior, importantes
familias de Mendoza, atesoraban verdaderas joyas bibliográficas en sus
bibliotecas particulares pero la transmisión de las nuevas ideas se
expresaba a través de la prensa: “Lo que faltaba era la posibilidad de expresar en
papeles propios un puñado de ideas, considerablemente sistematizadas y muy
concretamente vividas, ideas que eran respuesta a aquella estructura social
y económica propia, sentida con fuerte estructura localista a la vez que
con una visión universal del hombre y de la sociedad que no siempre ha
existido entre nosotros/…/” (Roig, Arturo (2005) La convivencia entre los representantes del
pensamiento tradicional y de los ilustrados no siempre fue fácil. Esto se
advierte principalmente entre 1822 y 1827, a lo que se le suma la crisis
institucional que vivió el Cabildo, que desaparecería luego de constituir,
desde la fundación, el gobierno de la Ciudad. En 1817 se introdujo la imprenta, siendo la ”Proclama del general Luzuriaga”, el impreso más
antiguo que se conoce hasta la fecha de nuestra provincia. En 1820
aparecieron los primeros papeles públicos: “El Temómetro
del Día” y “La Gaceta de Mendoza”. Comenzó una época de esplendor para el
periodismo mendocino que se extenderá hasta 1830, aproximadamente. En este
periodo, los periódicos más importantes fueron: “El Verdadero Amigo del
País” (1822-1824); “El Eco de Los Andes” (1824-1825) y “El Iris Argentino”
(1826-1827). Los años de mayor agitación ideológica en Mendoza
coincidieron con la presencia de un ilustrado que pondrá su impronta en la
cultura de la época: Juan Crisóstomo Lafinur. Había nacido en la provincia de San Luis en 1797.
Estudió en el Colegio de Monserrat en Córdoba y
cursó en la Universidad de la misma provincia mediterránea. Se incorporó al
ejército del general Belgrano hasta 1817. Al año siguiente ya apareció
vinculado a la intelectualidad de Buenos Aires. Abandonó Buenos Aires en
1821 y se dirigió a Mendoza ´para incorporarse al Colegio de la Santísima
Trinidad como profesor de filosofía, literatura, música y francés, apoyado
en las ideas iluministas de la época. La estadía de Lafinur en
Mendoza coincidió con el momento de mayor esplendor de las ideas ilustradas
en nuestra provincia. Publicó sus ideas en dos escritos aparecidos en 1822:
“Prospecto de El Verdadero Amigo del País” y “Tabla de Argumentos
importantes que han de hacer el entretenimiento de este periódico”.